- Ritmo, sabor, talento, alegría y orgullo llenaron el corazón de los asistentes
Agencias
Boca del Río
No hay fecha que no llegue ni plazo que no se cumpla; así nos despedimos de tres días de derroche de talentos en el salsódromo más grande del mundo y con el público más animado en la capital de la salsa.
De acuerdo a lo pronosticado, el éxito estaba garantizado con artistas de primer nivel y amantes de la música que desde las 17:00 horas empezaron a abarrotar el bulevar Vicente Fox y en cada presentación pedían más, luego de dos años de no ver a sus ídolos.
Veracruz no se puede concebir sin la salsa, y el evento que este día terminó con el arribo de Diego Morán, Víctor Manuelle y Óscar D' León se consolida a la altura de los festivales de Cali (Colombia) o Willemstad (Curazao), pues sin importar la velocidad, el ritmo o estilo las y los veracruzanos demostraron que la música derriba las barreras y terminaron con el corazón hinchado de emoción.
Apostando a ello, el Gobierno de Veracruz retomó el Salsa Fest haciendo de Boca del Río la sede inamovible y en lo que resta de esta administración tendrá lugar anualmente y de manera gratuita, proyectando a Veracruz en el mundo en materia turística.
El despliegue de seguridad para salvaguardar a los miles de visitantes también logró su objetivo: paz, tranquilidad y saldo blanco, al tiempo que prevaleció el orden vial por la fluidez del tráfico vehicular y la preferencia a miles de peatones, además de considerar los mil elementos de los tres órdenes de gobierno y una empresa privada.
Será en el inicio de la próxima semana que el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, la Secretaría de Turismo y Cultura a cargo de Iván Martínez Olvera, así como el Ayuntamiento de Boca del Río den a conocer las cifras y resultados oficiales.