- Si bien sustituye al café y la caña en los campos, su producción es más una tradición que negocio
Agencias
San Pablo Coapan
A partir de julio de cada año gran parte de la población de San Pablo Coapan inicia el cultivo de la semilla de flor de cempasúchil, al mes se trasplanta y todos quedan con la esperanza de tener una buena cosecha.
Con solo ver el campo, a mediados de octubre, el productor ya sabe si recuperará su inversión, si esto es así, la flor se comercializará en la última semana de octubre, para que luzca en los altares de muerto de Xalapa, de Puebla o la Ciudad de México.
A mediados de mes, los campos de San Pablo Coapan se observan cubiertos de esa nube naranja, que libera un aroma fuerte y muy especial, que aseguran, no lo tiene la flor de ningún otro lado, pues inunda los caminos y las calles de la población.
Festival de la flor de cempasúchil
En este marco dos mil pobladores se organizan de una u otra forma, para realizar el “Segundo festival de la flor de cempasúchil”, especie que en poco tiempo identifica a esta población, incluso más allá de nuestras fronteras.
El evento, que se realizará los días 22 y 23, así como 29 y 30 de octubre, promete una importante derrama económica para todos los pobladores, pues tan solo el año pasado se calcula que visitaron esta población no menos de tres mil personas.
Escasa ganancia
Pese a los extensos cultivos de cempasúchil que se observan en el horizonte, productores señalan que la ganancia es escasa y apenas y se recupera la inversión, como don Raymundo García Murrieta, quien expresa que lo más pesado del cultivo de cempasúchil es la siembra, pues incluso se necesita contratar peones.
Una tradición, no un negocio
El productor Mario Hernández Aguilar reconoce que cultivar cempasúchil no es un negocio sino una tradición, porque a lo más se saca para los gastos inmediatos de casa, “negocio negocio no es, más bien es para mantener la tradición de los muertos”.
Añade que antes se sembraba poco, sin embargo debido al crecimiento de las ciudades como Xalapa, hay mayor demanda y más gente foránea llega al pueblo a la compra.
Celebra que pese al bajo costo de la flor, esta tierra es bendita de Dios para la gente pues además se da maíz, frijol, café caña, tomate, chile, naranja, limón, jinicuil, col, lechuga y lenteja.
Del campo vivimos y no hay apoyo
“Se invierte y no se saca a veces la inversión que se hace, el campo es bonito pero se sufre, del campo le llega a toda la gente de la ciudad la comida, pero desgraciadamente no tenemos el apoyo suficiente”.
Expresa que el campo es muy bonito pero debería merecer los mejores apoyos y se carece de seguridad, además de que el coyote se lleva la ganancia: “Se siembra algún producto y a la hora de venderlo no hay buenos precios”.
Pone como ejemplo el elote, que se siembra y se paga a peso u ochenta centavos unidad, sin embargo nomas por asarlo se vende a ocho o diez pesos, “¿Quién se lleva eso?, todos mis años esto ha sido así…”.