- Un Desafío para los comercios formales
REDACCIÓN
CERRO AZUL
En las últimas semanas ha habido un aumento significativo en las ventas por internet en grupos sociales ya través de aplicaciones como WhatsApp, esta tendencia ha ganado impulso en la venta de una amplia gama de productos, incluyendo ropa, zapatos, alimentos y postres, si bien esta nueva forma de comercio ha resultado en un auge para muchos emprendedores, también ha planteado desafíos para los comercios formales que operan en locales físicos.
Los grupos sociales de venta y las aplicaciones de mensajería como WhatsApp se han convertido en plataformas populares para promocionar y vender productos, esto se debe en parte a la comodidad que ofrecer a los compradores, quienes pueden explorar una variedad de productos sin salir de casa y recibir atención personalizada a través del chat, la venta de ropa de moda, de segunda mano, calzado, comida casera y delicias dulces ha sido especialmente exitosa en estas plataformas.
Sin embargo, esta creciente tendencia pone a los comercios formales en desventaja, estos comercios deben cubrir costos operativos significativos, como alquiler de locales, servicios públicos, salarios de empleados y otros gastos, esto los lleva a ofrecer precios más altos a los clientes, lo que puede alejar a los consumidores que buscan ofertas más caras.
Para competir en este nuevo panorama, los comercios formales han tenido que adaptarse y buscar maneras de mejorar su presencia en línea, algunos han recurrido a la creación de tiendas en línea y la promoción activa en redes sociales para atraer a un público más amplio, otros han implementado servicios de entrega a domicilio y opciones de compra en línea para mejorar su competitividad.
A medida que el comercio digital continúa creciendo, es esencial que los comercios tradicionales busquen nuevas estrategias para mantenerse en el mercado, la combinación de la conveniencia en línea y la confianza en la calidad de los productos y servicios de los comercios formales puede ser una fórmula ganadora, esta tendencia también resalta la necesidad de regulaciones claras y equitativas que aseguren un campo de juego nivelado para todos los actores en el mercado.
