Los quejosos argumentan que estas unidades, aparte de ser un estorbo para la vialidad, representan un peligro porque son sitios donde duermen “teporochos” o drogadictos, que en algunas ocasiones han intentado atacar a los transeúntes; así mismo, sirven como nidos de reptiles, como por ejemplo de víboras, las cuales podrían morder a alguna persona que habiten por los sectores donde existen unidades chatarras abandonadas.
Por tal motivo el personal de Transito se han dado a la tarea de localizar las unidades en mención, y primeramente se les comunica a los dueños y se les invita a retirarlos a la brevedad posible, en caso de no hacer caso a la indicación proporcionada, entonces se retiran con el uso de la grúa.