Por ello, son diversos los conductores que se quejan de esta situación al argumentar que es un peligro latente para los automovilistas los animales que deambulan por esta carretera la cual es transitada.
Pese a los riesgos de este tipo de prácticas, los propietarios del ganado insisten en arriar a sus animales sobre esta importante vía de comunicación sin importarles el peligro al que exponen a sus reses y a los conductores en general, quienes al percatarse de la presencia del ganado, no tienen otra opción más que disminuir la velocidad para permitir su paso.
Los ganaderos argumentan que no tienen otra opción de cómo movilizar sus animales para en su mayoría llevarlos a pastar aunque argumentan que lo hacen con la precaución posible.