*Tengo experiencia en la administración pública
*Por mi trabajo y calidad humana, la gente me cuenta sus problemas
*Todos prometen y nadie se compromete a la rendición de cuentas
Estela Calderon
Tuxpan
El pueblo no debe dejarse engañar durante el proceso electoral, escucharán una lista de propuestas interminables que pueden sonar convincentes pero que no son ni viables ni realizables por la falta de visión, conocimiento y experiencia en el ejercicio de administración pública, indicó Blanca Pérez Vicencio, Candidata a la Alcaldía de Naranjos-Amatlán por Morena.
Mencionó que coincide con lo que mandata la Cuarta Transformación para todo aquél que encabece un puesto de elección popular, que es conducirse con honestidad, transparencia, y viabilidad en la ejecución de los recursos públicos, sin olvidar al sector principal y prioritario en visión que ha cambiado a México: primero los pobres.
“Mi principal activo para gobernar nuestro municipio es mi amplia experiencia en el ahorro, administración y la rendición de cuentas en el manejo del dinero que sale de los bolsillos de los impuestos de la misma ciudadanía, en la gestión de recursos federales en especie y en efectivo, así como en el conocimiento de las reglas de ejecución de los recursos federales que ya vienen etiquetados para obras específicas”, expresó.
Con una amplia y notoria aceptación de parte de la ciudadanía Pérez Vicencio visitó la colonia Constitución, ahí dijo estar consciente de que su campaña se ha conducido con total respeto a sus adversarios, no obstante, dejó claro que existe una diferencia con el resto de los participantes -factor que pudiese parecer insignificante- pero que es la clave para el éxito o el fracaso de cualquier administración: “hablarle al pueblo con la verdad”.
Bajo el sol, ataviada en jeans, playera y gorra, Pérez Vicencio caminó bajo el sol por diversas colonias del municipio, con un importante contingente que le pone alegría y emoción a sus extenuantes caminatas; jornadas en las que es inocultable su empatía inmediata con la ciudadanía porque ya conocen su trabajo humanista con las clases más desprotegida. “Todos los días me reconforta el saber que la gente me recuerda, pero lo más gratificantes es que por esa razón, se acercan a contarme sus problemas con total confianza”.
