* En algunos poblados, la celebración cobra más relevancia que el Día de Muertos
Redacción
Naranjos
Una vez finalizada la celebración de los Fieles Difuntos y de Todos Santos, los habitantes de diferentes municipios de la Sierra de Otontepec y la Laguna de Tamiahua se preparan para el denominado Ochavario, por lo que las autoridades de cada lugar acondicionan el panteón y eliminan la basura que los visitantes dejaron el pasado martes.
Ésta costumbre cobra especial importancia en algunas localidades de municipios como Naranjos-Amatlán, Tamiahua, Tancoco, Chinampa de Gorostiza y Tamalín, entre otros, al grado tal que hay personas que no van a los cementerios el Día de Muertos sino hasta el Ochavario, que consiste en visitar las tumbas y ofrendar comida a los difuntos.
Pero, aunque el nombre se refiere a “ocho días”, las fechas son variables, pues en algunos poblados lo realizan una o dos semanas después y en distintos días, para que no coincidan unos con otros y la gente pueda disfrutar no sólo de un Ochavario sino de los que se pueda, aprovechando la hospitalidad de amigos y familiares.
