*Cuadrillas y grupos de danzantes se dieron cita en el cementerio de Amatlán por Ochavario
Redacción
Naranjos
Una verdadera fiesta se vivió este domingo en la localidad Amatlán, con motivo del tradicional Ochavario, que reunió a gran número de familia de toda la región en torno a las tumbas de sus familiares en el cementerio del lugar, como parte de una arraigada celebración que incluso cobra mayor relevancia que el Día de Muertos.
A las 11:00 de la mañana inicio la celebración con una misa en el propio panteón, después de la cual se dio paso a la presentación de grupos de danzantes de la localidad, el municipio y poblaciones cercanas en una tarima exprofeso instalada, algunos de los cuales recorrieron el camposanto para bailar junto a las lápidas de aquellos que solicitaban sus servicios.
Estuvieron presentes las danzas de “Los Pañuelitos”, “El Torito” y “Los Negritos” 1 y 2 de la misma comunidad, así como las cuadrillas y danzas “Música y Tradiciones”, de Rancho Nuevo; “Renacer del Imperio, de Galeana; “La Malinche” y “Los Pañuelitos”, de Zaragoza; “Espíritu en Llamas” y “Espíritu Viviente!, de Tancoco, así como “Jagüey Hidalgo”, de Tantoyuca.
En la organización del esperado evento participaron la Agencia Municipal, además del Patronato Pro Huapango y Cultura Huasteca, A. C. y ciudadanos en general, dispuestos a preservar esta costumbre, la cual el año pasado se vio minimizada debido a la pandemia, pero que esta vez de nuevo hizo brillar a la llamada “Catedral del huapango”.
