* Techumbres de varios auditorios salieron volando con los fuertes vientos
REDACCIÓN
NARANJOS
Las malas obras efectuadas por administraciones pasadas salieron a relucir con los fuertes vientos ocurridos el domingo pasado en la región de la Sierra de Otontepec y la Laguna de Tamiahua, por efecto del frente frío número 21, que echó abajo las techumbres de varios auditorios en los municipios de Ozuluama, Tamalín y Cerro Azul, entre otros.
A decir de varias personas, las láminas colocadas sobre los pilares de varios de estos inmuebles, algunos construidos en escuelas, carecían de estructuras adecuadas, lo que provocó que el norte explosivo que azotó en la zona prácticamente las destrozara y las mandara a volar, ante lo cual los actuales ayuntamientos tendrán que gestionar o destinar recursos para su rehabilitación.
En las redes sociales, no se hicieron esperar las críticas hacia presidentes municipales que fungieron como tales en años pasados, que con el fin de ahorrarse unos pesos sacrificaron la seguridad de niños y jóvenes, construyendo frágiles techumbres, carentes de la firmeza necesaria para soportar los nortes que se registran comúnmente en estos lares.
