* Ríos y pozos descienden drásticamente sus niveles
REDACCIÓN
NARANJOS
La situación que se vive en esta zona se torna cada vez más caótica por la escasez de agua, ante lo cual comienza la desesperación a hacerse presente en la ciudadanía, pues por un lado los pozos de los que algunas personas extraen el vital líquido para comercializarlo se están secando y, por otro, las pozas de los afluentes están descendiendo sus niveles de manera crítica.
Rafael Román Gallardo, propietario de una planta purificadora, advirtió que de no presentarse lluvias en las próximas semanas podría vivirse un panorama desolador, debido a que los operadores de los carros-tanque que le proveen el preciado elemento afirman que “ya no hay de dónde agarrar agua”, ante el prolongado estiaje.
Mientras tanto, en las viviendas de la ciudad no llega una sola gota durante varios días, pues el vaso de captación del río Tancochín está atravesando por uno de los peores momentos de su historia, ya que el agua que escurre de la Sierra de Otontepec es mínima, a comparación con la necesidad de la ciudadanía.
Dicha problemática se registra año tras año en la región, pero se agudiza cada vez más, por lo que se espera que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto, ya que las anteriores no han hecho nada por resolverla, a pesar de que la construcción de una presa abastecedora ha sido bandera de candidatos de todos los partidos y sólo ha quedado en promesa sin cumplir.