* Poblaciones serranas vuelven a la normalidad al finalizar los festejos de fin y principio de año
REDACCIÓN
TAMALÍN
Vacíos lucen calles, plazas, parques y otros sitios públicos en las poblaciones de la región de la Sierra de Otontepec, después de haberse visto pletóricos de familias durante las últimas dos semanas del mes de diciembre y los primeros días de enero, debido a los tradicionales festejos de fin e inicio de año.
Desde que inició el período vacacional, miles de personas arribaron a estos lares, provenientes de diversas partes del país, especialmente de puntos fronterizos como Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros, al igual que de otras latitudes como la Ciudad de México, Monterrey, Xalapa y Tampico entre otras.
Generalmente se trata de gente originaria de esta zona, que en algún momento de su vida emigró en busca de mejores condiciones de vida y fincó su hogar lejos de su terruño, al cual ahora retornan para visitar a sus padres y abuelos, ya con hijos nacidos en diferentes estados, a los que les inculcan sus raíces.
El pasado fin de semana regresaron los últimos vacacionistas que quedaban y es por eso que los pueblos vuelven a la normalidad y sus moradores se quedan con la nostalgia por haberse reunido con sus familiares, aunque manteniendo la esperanza de volver a verse en cualquier otra oportunidad durante el año o hasta su final.