* Diversos productos se elaboran a partir de la miel y el pilón, que se obtienen de la caña de azúcar
REDACCIÓN
NARANJOS
Aunque en menor número a comparación de años anteriores, las moliendas sobreviven en la región de la Sierra de Otontepec y traen recuerdos gratos a quienes, cuando niños, acudían a darle vueltas al trapiche para extraer el aguamiel, que mediante varios procesos pasaba a convertirse en miel y pilón o en chicle y alfeñique.
Una de las moliendas tradicionales de la zona es la de Don Marcelino Sánchez y su esposa Manuela Reyes, a la que acuden habitantes de poblaciones cercanas para degustar la variedad de dulces típicos y platillos que también son elaborados con el derivado de la caña de azúcar, en un paraje ubicado entre los cañales, rumbo a la congregación de Cervantes.
Con la miel y el pilón se producen las conservas de calabaza, yuca, camote, papaya y chayote, entre otras frutas, además de buñuelos y torrejas, que se consumen en esta temporada, como lo comenta Doña Manuela, que con du familia hoy hace lo posible por preservar la añeja tradición y cada año abre sus puertas al público.
Otra molienda que prevalece a través de los años es la de Don Leonor García, ya fallecido, en Tamalín, donde el próximo jueves 13 el evento “Son de la Molienda” por sexta vez consecutiva, donde a partir de la 1:00 de la tarde se contará con las actuaciones del Ballet Folklórico de Plan de Ayala y el ballet Flor de Madera, de Tihuatlán; la banda Máster y la Danza de los Comanches.