24 de Noviembre de 2024

Se desborda fe guadalupana

 

Las celebraciones eucarísticas y la bendición de los niños, ataviados con trajes de Juan Diego y Lupitas, conformaron el punto medular de la celebración, sin embargo fue éste pretexto suficiente para que el comercio informal se estableciera afuera de los templos, donde se expendieron desde flores hasta pan, pasando por toda una gama de variados artículos.

Asimismo, la música de banda sirvió de marco a la instalación de vendimias de antojitos tradicionales como tamales, tacos, bocoles, tostadas y hasta moles, que grandes y pequeños degustaron una vez que acudían a los altares en los que la Virgen Morena lucía su magnificencia e irradiaba amor, compasión y muchos otros sentimientos.

 

Y así, conforme transcurrieron las horas, cuentos y cientos de feligreses acudieron a las iglesias a rendir veneración a la Reina de América, quien de acuerdo a la tradición se le apareció al indígena Juan Diego -hoy santificado- hacia el año 1521 en el Cerro del Tepeyac, donde actualmente se encuentra la Basílica de Guadalupe, en el Distrito Federal.