* Desolador panorama, ante la falta del vital líquido en la Sierra de Otontepec
REDACCIÓN
NARANJOS
Un desolador panorama es el que ofrece a la vista el río Tancochín, que en años anteriores luciera sus profundas pozas en parajes como Cervantes, El Uno, El Seis y La Marina, por citar algunos, pero que hoy es un claro reflejo de políticas públicas tendientes al cuidado ecológico en toda la región de la Sierra de Otontepec.
El tema de la escasez de agua únicamente sale a relucir en tiempos electorales, pero después los políticos se olvidan de que la ciudadanía vive una situación muy difícil ante la falta del vital líquido, mientras los lechos de ríos y arroyos se siguen sobreexplotando y la deforestación de bosques se registra todos los días en la zona.
Aunado a ello, no existe un reservorio del preciado elemento que permita garantizarlo durante todo el año, pues la construcción de una presa continúa siendo un sueño guajiro, lo cual va de la mano con el escaso desarrollo y crecimiento económico de la región, pues ninguna empresa grande se instalará en un lugar donde no hay agua.
La problemática no sólo atañe a las autoridades, sino a toda la población, que no ha valorado al río Tancochín ni a otros afluentes que proporcionan ese recurso natural que, a pesar de ser renovable, no es aprovechado, por lo que cada año se presenta el mismo panorama y no hay para cuando se le pueda dar una solución.
