* Alrededor de 30 ejemplares afirman pescadores haber visto, algunos hasta de cinco metros de longitud
REDACCIÓN
TAMALÍN
Alrededor de 20 o 30 cocodrilos, algunos hasta de cinco metros de longitud, aseguran pescadores haber visto en el estero Tancochín, sin que representen un peligro para ellos, según manifestaron a personal de la Procuraduría Federal del Medio Ambiente (Profepa) y la Secretaría de Protección Civil del estado (SPC).
De estos ejemplares, habitantes de la localidad de Saladero, perteneciente a este municipio, han avistado al menos tres, a los cuales tienen tan bien identificados que hasta nombres les han asignado. Amarillo, Pinto y Negro son los cocodrilos que viven en su hábitat pero se acercan a la orilla a comer desechos que de una carnicería son arrojados al afluente, de acuerdo a sus propias declaraciones.
Hasta el momento, los animales no han causado ningún problema a los residentes de esa población pesquera, sin embargo una persona puso la voz de alerta hacia las autoridades al realizar una publicación en redes sociales, con un video en el que se aprecia a un reptil nadando tranquilamente en el afluente.
Derivado de lo anterior, este jueves por la tarde personal de Profepa, encabezado por Nemorio Aquino Zapata, y la enlace regional de Protección Civil, Yéssica Elizabeth Carrillo Alarcón, se dirigieron a dicha población pesquera, junto con la directora municipal del rubro, Marisol Antonio Hernández, con el fin de recabar información al respecto.
Los funcionarios se entrevistaron con la agente municipal, María Paula Santiago Mar, quien dijo que algunos pobladores han manifestado la necesidad de reubicar de sitio a los especímenes, cuyas tallas estimadas son de 3.2 metros, 2.00 metros y uno más pequeño, con base en observaciones de los residentes y de los propios funcionarios que lograron ver al mediano.
Por su parte, pescadores de la Sociedad Cooperativa de Producción Pesquera Rivereña Ostioneros de Saladero, S. C. L. afirmaron que la presencia de los saurios no es algo nuevo, ya que desde hace años existen a una distancia de cinco kilómetros de la desembocadura del estuario en la Laguna de Tamiahua y que incluso se han observado hasta 20 o 30 de ellos en el estero Tarabitas.
Manifestaron los cooperativistas que a la altura de las comunidades de Cuicillos, La Hacienda, Hormiguero y Tancochín, sobre el mismo río, en el vecino municipio de Tamiahua, han visto ejemplares (hasta de cinco metros, de acuerdo a un socio), pero que no les afectan en su actividad, ya que no se acercan a sus embarcaciones e incluso huyen.
Con base en lo anterior, el personal de las dependencias arriba mencionado determinó que los cocodrilos se encuentran en su ambiente natural y no causan peligro, ya que el medio en el que viven tiene suficiente alimento y el borde del río es alto, por lo que es imposible que puedan salir del lecho, ante lo cual efectuaron algunas recomendaciones a la autoridad auxiliar.
Se le sugirió a la agente municipal elaborar letreros con medidas informativas y restrictivas, para evitar causar daño a los ejemplares y no tener algún percance con ellos; tener precaución al introducirse al agua y no molestarlos, además de quedar abierta la posibilidad de realizar una reunión informativa con los moradores e incluso en las escuelas con estudiantes y padres de familia.
