-Con los primeros tamales y ofrendas inician los festejos
Por MARIO HERRERA ROCHA
De acuerdo a la tradición huasteca, el 29 de septiembre, Día de San Miguel Arcángel, dan formalmente inicio los festejos alrededor del Día de Muertos, lo que merece la colocación de las primeras ofrendas con miras a la fiesta grande, el 31 de octubre y el 1 de noviembre, seguidos de la celebración de Todos Santos.
Es por eso que este martes, en diversas comunidades en las que aún se encuentran plenamente arraigadas las costumbres ancestrales, se confeccionaron los primeros altares -aún no tan vistosos- y se elaboraron los primeros tamales, principalmente de calabaza, pipián y frijol, envueltos en hojas de plátano.
De acuerdo a la tradición, cada año en esta fecha, desde temprano se copalean las casas y se ruega a Dios que permita a los difuntos bajar a su festejo, por esto mismo, los tamales se colocan en la mesa y se reza agradeciendo al Señor su ayuda en el campo, pues para entonces ya se han recogido las primeras cosechas de elotes.
Para los huastecos, el 29 de septiembre se abren las puertas del cielo, a la par que se presentan las ráfagas de aire que caracterizarán a octubre hasta llegar al día 31, pero no sin antes realizar una segunda ofrenda el día 18 en que se conmemora a San Lucas y se recuerda a las personas que sufrieron una muerte violenta.
En esa fecha se cortan los racimos de plátanos para que lleguen sazones a la esperada celebración, lo cual da una clara idea de la bien elaborada cronología que conforma la festividad y que culminará el 30 de noviembre, día de San Andrés, la cual inició ya este lunes, por lo que no es raro escuchar entre los huastecos la sonada frase: “ya huele a Muertos”.
