-A sus 83 años; la que poseía era apócrifa
Por MARIO HERRERA ROCHA
Antes de la era del internet, para que un comunicado trascendiera con inmediatez en la ciudad sólo había una forma: difundirlo a través de la “propaganda”, término con el que coloquialmente la población se refería a una ambulancia dada de baja por Petróleos Mexicanos, habilitada con un equipo parlante, que llevaba las buenas nuevas a todos los rincones.
Así, a través de dos antiguas bocinas, en los años 70 todos se enteraban de la información publicitaria y noticiosa al momento, como por ejemplo, las películas que proyectaba el Cine “Naranjos”, los bailes que cada fin de semana se escenificaban en “La pista del hueso”, o los descuentos que se ofrecían por el pago del Impuesto Predial.
Detrás de esta incipiente empresa se encontraba un hombre que bien merecería un reconocimiento por la labor informativa desarrollada durante varios años, Julio Hernández Sánchez, quien a sus 83 años no recuerda muchos detalles de aquellos tiempos, pero está consciente de un problema que le aquejaba: su acta de nacimiento era apócrifa.
Radicado en la colonia 5 de Mayo, Don Julio decidió acudir esta semana al Palacio Municipal para solicitar, de manera extemporánea, un nuevo documento que le brindara seguridad jurídica, trámite para el cual fue apoyado por la Regidora Primera Maribel Rodríguez Hernández, comisionada en Registro Civil, logrando obtenerlo de manera gratuita.
La Edil obtuvo una constancia de inexistencia de registro en Tamalín, tierra natal de este personaje, toda vez que la copia certificada que poseía no se encontraba respaldada en libro alguno, lo que le permitió a Julio Hernández registrarse en la oficialía de este municipio, a cargo de María Concepción García Gómez, obtener un acta válida y solicitar su credencial de elector.