-Manchas de aceite proveniente del Pozo Naranjos Número 4 son perceptibles en sus aguas
Por Mario Herrera Rocha
Al igual que el Pozo Naranjos Águila Número 31, que ha generado una serie de protestas de vecinos de la colonia Aquiles Serdán (Río Blanco) de Chinampa de Gorostiza en los últimos días, en la zona existen innumerables pozos petroleros como el Pozo Naranjos Número 4, taponado dentro de un predio particular en la colonia Mariano Escobedo de esta ciudad, que son fuentes de contaminación y causa de malestar entre habitantes de sus inmediaciones.
Alrededor de la intersección de las calles 18 de Marzo, Artesanos y Niños Héroes de ese sector, conocido también como La Colme y separado de Río Blanco por el Tancochín, son claramente perceptibles las emanaciones de gas a través del color negruzco que presenta la tubería de cobre de los medidores domésticos de agua, característico de la corrosión que en este metal ocasiona el ácido sulfhídrico, presente en el crudo.
De igual forma, son visibles grandes manchas aceitosas en el agua del río –que abastece a toda la población-, a pesar de que en la orilla del mismo, cerca del yacimiento, existe una “bahía” o barra de contención colocada por trabajadores de Petróleos Mexicanos (Pemex) para evitar que el petróleo se extienda por todo el cauce del afluente.
Un registro de recuperación y dos tubos a manera de respiraderos dan constancia del taponamiento del pozo, que -de acuerdo a ex trabajadores petroleros- fue perforado por la compañía Mexican Eagle Oil Co., entre el 13 de diciembre de 1913 y el 14 de marzo de 1914, a una profundidad de mil 920 pies y con una producción inicial de 50 mil barriles diarios.
