8 de Octubre de 2024

Se adueñan de banqueta

-Peatones arriesgan su integridad al caminar sobre la calle

Por Mario Herrera Rocha

Al igual que en todas las ciudades del país, el comercio ambulante y semifijo es una mal necesario, pues a través de éste numerosas familias fincan su sustento dedicándose a actividades productivas en lugar de delinquir para allegarse unos pesos que servirán para mantenerse.

Sin embargo, tal actividad representa un dolor de cabeza para las autoridades debido a que en ocasiones se sale de control y es difícil reglamentarlo, ya que generalmente la población apoya a los vendedores y hasta encara a los inspectores cuando tratan de poner orden.

Naranjos no es la excepción; los puestos semifijos y los vendedores ambulantes invaden gran número de calles del primer cuadro como Lázaro Cárdenas, Vicente Guerrero, General Prim, 1º de Mayo, Justo Sierra y Morelos, sólo por citar algunas, aunque en realidad son muchas más.

Pero de entre todas, una que llama la atención es la Juárez, entre 16 de Septiembre y Lázaro Cárdenas, tramo popularmente conocido como “la Bajada de la iglesia” por tratarse de una pronunciada pendiente y situarse junto a la parroquia “San José de la Montaña”.

En ese punto, invariablemente los peatones se ven obligados a transitar por el arroyo de circulación debido a que la banqueta está ocupada por oferentes de todo tipo de productos, desde productos del campo hasta ropa.

El tramo es peligroso, pues ya en algunas ocasiones se han presentado incidentes en ese lugar, incluyendo la volcadura de un auto que quedó sin frenos, ante lo cual es necesario que las instancias correspondientes tomen cartas en el asunto antes de que se suscite una desgracia.