-Hace falta uno que identifique al municipio, como en otros lugares
Por Mario Herrera Rocha
Mientras otras ciudades de la región como Tuxpan, Álamo y Cerro Azul, por citar algunas, cuentan con un gran número de monumentos en alusión a personajes y fechas importantes para la vida nacional, en este municipio son pocos los que existen debido a que al parecer no son parte de las necesidades básicas de la población y poco se han preocupado las autoridades por darle importancia a dicho renglón.
En la cabecera municipal existen en sitios públicos las efigies de Benito Juárez en el Parque “Constitución” (esta, propiedad de la Logia Masónica “Melchor Ocampo”) y de Francisco I. Madero en la calle Revolución, de la colonia Tamaulipas, al igual que los monumentos a la Madre en la General Corona y al Maestro en El cafetal, junto con el busto a Lázaro Cárdenas, en el edificio de la Sección 25 del STPRM, y una bimba en la Zona Industrial de Pemex.
Aunado a las anteriores representaciones, en el Parque “Constitución” se localiza una réplica del llamado “Sacerdote del Naranjo”; en el parque de la comunidad Amatlán está la escultura “Sol Poniente”; junto al río Tancochín, “La Mujer Huasteca”, y en el cerro de la población de Zaragoza se ubica una imagen de Jesucristo, aunque su tamaño es modesto.
En este sentido, son muchas las voces que se pronuncian a favor de la construcción de un monumento que identifique a Naranjos como lo tienen otras localidades de la región, entre los que figuran la nomenclatura de Tantima, los arcos de Tamalín, la paloma de Tancoco o el pescador de Tamiahua, por citar algunos ejemplos.
