6 de Octubre de 2024

Campo de Pemex en ruinas

-No queda el más mínimo asomo de lo que fue en época de bonanza

Por Mario Herrera Rocha

Sucio, deteriorado y sin el más mínimo asomo de lo que un día fue, luce el ex campo de empleados de Pemex, otrora exclusiva zona en la que se asentaron el Club Petrolero, un parque infantil, máquinas antiguas a manera de monumentos, una biblioteca y su “Ateneo” (que después se transformaría en el Centro de Integración Familiar), hoy desaparecido debido a las nuevas políticas gubernamentales).

Ahí radicaban en su mayoría empleados de confianza que llevaban una vida tipo “americano”; el superintendente, ingenieros, administrativos y uno que otro “colado” vivían en vistosas casas de madera construidas al estilo de las compañías expropiadas en 1938, denominadas “camillas”. No pagaban por ningún servicio, pues la ex paraestatal les proporcionaba agua, luz, teléfono y vigilancia de manera gratuita.

Era costumbre entre petroleros, maestros, estudiantes y uno que otro comerciante y ganadero ir al “club”, que era el comedor, a degustar unos deliciosos bocoles con café, que durante muchos años preparó doña Angélica Loya de Castillo, encargada de ese lugar, en el que además había aulas en las que se impartían cursos de capacitación a los trabajadores y hasta de inglés a sus hijos.

Sin embargo, llegó la decadencia y todo se acabó hasta llegar a la desincorporación de los terrenos, que Pemex y vendido a los mismos sobrevivientes de aquella zona “VIP” de antaño y a otros particulares, quienes las habitan ya como propiedad privada, pero que no se han preocupado por darle a la colonia el mantenimiento adecuado, por lo que su aspecto es deplorable.