-El reconocimiento a Don Frumencio Merced será en la Fiesta Anual del Huapango, en Amatlán
Por Mario Herrera Rocha
Don Frumencio Merced Hernández Cándido, laudero tradicional de instrumentos de cuerda, nació el 27 de octubre de 1954 en la comunidad de Texquitote, Matlapa, San Luis Potosí; el oficio le viene por tradición familiar, pues lo aprendió de su padre, que a su vez lo aprendió de su abuelo y éste de su suegro.
Tras egresar de la primaria y debido a la escasez de recursos para continuar sus estudios, Frumencio comenzó cepillando unos trozos de madera que le dio su hermano Anastacio, quien -dato curioso- murió a los 33 años de edad.
En una semana fabricó una jarana que le compraron en 15 pesos, la siguiente en 18 y de ahí hizo una guitarra quinta y continuó construyendo instrumentos que, ante la falta de oportunidades para comercializar sus productos, le vendía a un señor de Tamazunchale que los pagaba a como él quería.
Con el correr de los años, mejoró su práctica y, por ende, sus instrumentos, escribiendo una fascinante historia en la que intervienen personajes como Manuel Gea González, quien fuera diputado federal por el distrito de Huejutla, Hidalgo; el Trío Camperos de Valles (San Luis Potosí) y otro gran laudero, Eleazar López Vázquez, de Xicoténcatl, Tamaulipas.
Por el año de 1990, Texquitote tuvo más de 40 lauderos, de los cuales actualmente quedan 12; uno de ellos es Frumencio Merced Hernández Cándido, quien será galardonado con la presea Sol Poniente de Amatlán durante la XXIX Fiesta Anual del Huapango “Encuentro de las Huastecas”, a celebrarse del 23 al 25 del presente, dedicada a los “Lauderos tradicionales de la Huasteca”.
