-Último y primer día del año dedicado a los difuntos en la Huasteca
Por Mario Herrera Rocha
De acuerdo a la tradición Huasteca, este día 30 de noviembre es el último del año dedicado especialmente a la memoria de los difuntos, como parte de una de las celebraciones más importantes: el Xantolo o la fiesta de los muertos.
En localidades donde la costumbre está más arraigada, hoy día de San Andrés Apóstol, se coloca un plástico bajo los altares que han permanecido en las viviendas desde el 31 de octubre, los cuales son sacudidos para recoger las semillas de las flores secas, que serán sembradas nuevamente para recogerlas el 24 de junio.
Es en esa fecha, día de San Juan Bautista, cuando inician los preparativos para la fiesta de los difuntos y cinco días después, el 29 de junio, serán adquiridos los animales que terminarán de criarse para ser disfrutados y ofrendados a finales de octubre.
Las primeras ofrendas se colocan el 29 de septiembre, día de San Miguel Arcángel, con café y tamales, y días después, el 18 de octubre, en el día de San Lucas, se cortan las pencas de plátano, y se prepara una segunda tamalada.
El 30 de octubre está dedicado a adquirir lo que se habrá de utilizar para la preparación de los alimentos y la conformación de los altares; el 31 se colocan los altares y se ofrendan alimentos a los niños fallecidos, para continuar el 1 de noviembre con el recibimiento de los muertos adultos.
El 2 de noviembre se celebra a Todos los Santos y se colocan ofrendas para el ánima sola en los altares que habrán de permanecer hasta el día de hoy, 30 de noviembre, punto donde el fin se transforma en inicio.
