No sólo se trata de mitigación, sino de vinculación con la reducción de la pobreza, que es uno de los objetivos principales del Banco Mundial, por lo que casi un millón de mexicanos serán beneficiados.
“Trabajaremos directamente con las comunidades más marginadas que habitan dentro o en los alrededores de Áreas Naturales Protegidas. Los beneficiarios directos serán los ejidos y pueblos indígenas, residentes y propietarios individuales; cerca de 100 mil personas percibirán pagos por servicios ambientales”.
Además, agregó, de otras 800 mil que resultarán favorecidas indirectamente, como integrantes de las familias que reciben pagos por servicios ambientales o residentes de las comunidades adyacentes.
Finalmente, Ortiz Gómez dijo que es determinante la participación comunitaria para el éxito del desarrollo del proyecto y para la instrumentación de prácticas que mejoren la productividad de las parcelas agrícolas y forestales, así como los mecanismos de monitoreo y seguimiento.