La Facultad de Letras Españolas entregó un reconocimiento al autor veracruzano, oriundo de Minatitlán
“Siempre he vivido de los libros y no he vivido mal”, manifestó el homenajeado
David Sandoval Rodríguez
Xalapa
La Universidad Veracruzana (UV) y el Instituto Veracruzano de la Cultura entregaron al escritor veracruzano Luis Arturo Ramos Zamudio, un reconocimiento por su destacada trayectoria en el campo de la literatura, aseguró en el evento oficial Esther Hernández Palacios, titular de la Dirección de Difusión Cultural de esta casa de estudios y compañera de generación del autor de Violeta-Perú.
La entrega del reconocimiento, que tuvo lugar en el Ágora de la Ciudad, cerró las actividades de acercamiento a la obra del novelista, que abarcaron varias mesas redondas efectuadas los días 23 y 24 de octubre.
Luis Arturo Ramos es egresado de la Facultad de Letras Españolas y ha sido profesor de la misma entidad; fungió además durante casi toda la década de los ochenta como Director de Publicaciones en la Editorial UV.
“Siendo Arturo uno de mis mejores amigos, fue uno de mis compañeros de uno de los mejores años de mi vida, que fueron los años que pasé en la Facultad de Letras”, comentó Hernández Palacios.
Al agradecer el reconocimiento, el autor de la novela Intramuros, declaró: “Por fortuna siempre he vivido de los libros y no he vivido mal; porque los hiciera cuando estaba en la Editorial de la UV, porque daba clases tratando de desentrañar el contenido de los libros y por los que he escrito”.
Expresó que el mejor reconocimiento es regresar a los libros de un autor, “precisamente porque soy hombre de libros creo que el reconocimiento más valioso surge de la lectura, y el mejor reconocimiento para un escritor es la relectura de sus libros a la cual yo aspiro”.
Hizo referencia al hecho de ser leído en la UV: “El ser leído en casa y por los de mi casa, como son todos ustedes, mis paisanos, los miembros de mi Alma Mater, los más cercanos a mí, es algo que no puedo dejar de decir, que me fortalece como ser humano y como escritor”.
Confesó además que los cuentos que integrarían su primer libro fueron escritos durante su estancia en la Facultad, “leídos por mis amigos, maestros y toda la gente que surgió alrededor de ese primer libro que fue del tiempo y otros lugares. Todo esto es más que suficiente para sustentar mi profundo agradecimiento por esta reunión de amigos, de cuates, de compinches, de cómplices, en ello sustento mi agradecimiento”.
