AGENCIA
XALAPA, VER
Regina Martínez Pérez fue asesinada el 28 de abril de 2012. Antes de su muerte y desde el inicio de su carrera periodística se dedicó a investigar temas como la corrupción, la desaparición forzada, el crimen organizado y el arrebato de tierras a comunidades indígenas en Veracruz.
Si bien este y muchos estados más de la República siguen sometidos por las mismas problemáticas, las bases que sentó Regina Martinez para evidenciarlas y denunciarlas siguen dejando eco en el ámbito periodístico en México.
Las investigaciones por el asesinato de Regina Martínez se dieron por concluidas en octubre de 2012 sin reconocer su labor periodística como una de las principales razones del ataque; de acuerdo con dichas investigaciones, todo se trataba de un mal llamado crimen pasional.
No obstante, el semanario Proceso (para el que Regina trabajó por más de una década) dio a conocer que un tribunal colegiado turnó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación su solicitud para ser reconocido como víctima indirecta y así seguir colaborando en el esclarecimiento del feminicidio.
En caso de aceptarse dicho amparo, se podría establecer algo sin precedentes en materia de delitos cometidos contra la libertad de expresión y tener alcance en la Ley General de Víctimas.
La relación entre la muerte de Regina y su labor periodística, así, es clara para sus excompañeros y amigos. Y el riesgo de ser periodista también fue claro para Regina desde un inicio.
De acuerdo con su amiga, la periodista veracruzana Norma Trujillo, este riesgo permanente llevó a Martínez Pérez a tomar una actitud siempre reservada en lo referente a su vida privada.
Regina, por ejemplo, no dejaba que nadie entrara a su casa; además, incluso sus colegas más cercanos no sabían a ciencia cierta de dónde era originaria Martínez.