Guadalupe López Espinosa
Xalapa
Rafael Arias Hernández, economista e investigador de la Universidad Veracruzana (UV), dijo que está bien que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) valore el programa Cruzada nacional contra el hambre, siempre y cuando el examen sea verdaderamente independiente, objetivo y no una simulación o ejercicio de servilismo para autopromoverse y justificar lo injustificable.
También, comentó, es necesario que haya transparencia respecto al monto de los programas federales, estatales y municipales que se destinan a ese programa.
Al ser entrevistado sobre la evaluación que hará el Coneval del citado programa el próximo mes de mayo, Arias Hernández manifestó: “bien por la evaluación. Pero siempre y cuando ésta sea verdaderamente independiente, objetiva, no que sea de simulación ni de servilismo para autopromoverse y justificar lo injustificable.
Consideró que en este caso es positivo que se hagan evaluaciones que no se confundan con simulaciones, ya que en México es muy conocido el principio de que “el que paga manda”. Por ello hay quienes nombran Consejos Ciudadanos y contralorías sociales; es decir, nombran a todos los que suponen van a supervisar, “pero todos sabemos que de origen están incapacitados, como es el caso de las contralorías y la fiscalización en Veracruz”.
Reiteró que si no se hacen dichas evaluaciones y fortalecen para que la participación ciudadana sea más clara y más intensa, se corre el peligro de que se monten circos de tres pistas en las que “todos hacen como que hacen”, en un país en el que entre más se combate a la pobreza y al hambre, éstas más crecen; entre más presupuesto público se le destinan, más mexicanos y mexicanas están atrapados.
El caso de Veracruz es uno de esos en los que inexplicablemente se dice que la pobreza está disminuyendo, pero todos los programas federales están aumentando. Sin embargo, los indicadores muestran que entre más crezca la inflación y menos los salarios, la pobreza seguirá.
Al respecto, aseguró que es evidente que hay una presión inflacionaria que está reduciendo la capacidad de compra de las clases populares y que entre gasolinazos, reforma fiscal y aumento de los precios de los productos básicos, la pobreza en Veracruz sigue aumentando.
También señaló que tenemos muy difundido los montos y los alcances de los programas federales, pero en realidad lo que se necesita saber es el monto y los alcances de los programas estatales y municipales, porque a ellos se presupuestan recursos muy importantes.
Entonces, apuntó, lo primero que se debería tener para una evaluación objetiva es información confiable. “Y en Veracruz se abusa de la reserva y la confidencialidad de información que es imprescindible para la formación de políticas públicas”.
