22 de Noviembre de 2024

OSX ofrecerá obras de Ravel y Sibelius

 

Años más tarde, en 1918, realizó la versión orquestal, misma que fue estrenada en París el 17 de mayo de 1919, con René Baton al frente de la Orquesta de los Conciertos Pasdeloup.

El título de la Alborada del gracioso posiblemente aluda al bufón de las comedias españolas de autores como Calderón o Lope de Vega.

Por lo que corresponde a los Valses nobles y sentimentales, también fueron escritos para piano por Ravel en 1911, que orquestó un año después como música para ballet y en los que se prefiguran, especialmente en el séptimo, los contornos propios del apoteósico La Valse de 1919.

No deja de llamar la atención el laborioso proceso que condujo a Ravel a transcribir para gran orquesta muchas de obras que ideó en el teclado, incluyendo La Valse, que se escuchó por vez primera en versión para dos pianos del mismo compositor.

Todo indica que el término “transcripción” no refleja del todo la intención estética del músico. Estos trabajos, en los que también se podría incluir la versión de Ravel para la suite Cuadros de una exposición de Músorgski, presentan una auténtica recomposición del material sonoro hasta convertirlo en obra totalmente sinfónica, despojado por completo del contexto pianístico.

La Segunda sinfonía en re mayor, opus 43, del finlandés Sibelius (1865-1957) fue estrenada en Helsinki en marzo de 1902 y es contemplada como una obra de transición en su estilo. Aquí los perfiles melódicos, el tinte de las armonías y la orquestación se trazaron mediante un singular ingenio que poco a poco, sin el empleo de citas folclóricas ni procedimientos descriptivos, familiariza al oyente con el agreste y formidable paisaje del mundo sonoro de este compositor.

La carrera artística de Sibelius se desarrolló sobre un fondo de agitación política. Durante su época de estudiante, Finlandia se encontraba bajo dominación rusa, por lo que sus obras de 1890 a 1900 expresan las aspiraciones de su pueblo por generar una cultura propia y acorde con su identidad. Ello explica por qué los temas centrales de su producción apuntan hacia un arrebatado amor por el paisaje de Finlandia y por la mitología, en especial la que se contiene en el poema épico Kalevala.

Pero desde 1892, con su Kullervo opus 7, Sibelius había hecho sonar al mundo una nueva voz musical finesa. Kullervo es un inmenso poema sinfónico que muchos catalogan como toda una sinfonía, misma que confirmó el creciente nacionalismo de Sibelius y su vocación sinfónica.

 

Después de esta obra, Sibelius habría de dar un importante paso adelante en el cultivo de su propio estilo y daría la espalda de manera definitiva a los contornos romanticistas decimonónicos.