Aunado a ello, establecimientos como restaurantes y hoteles, y los mismos palaperos, incrementan el consumo de agua por la llegada de vacacionistas, lo que beneficia a quienes han encontrado en la venta de envases del vital líquido un productivo negocio.
Sin embargo, esto sigue siendo un golpe para la economía familiar, porque colonias como por ejemplo la Dante Delgado y La Angola, tienen que destinar un promedio de 280 pesos mensuales para que el agua llegue a sus hogares.