22 de Noviembre de 2024

Se derrumban los pilares del puente

 

Durante décadas el transporte de la isla de Cabo Rojo a Tamiahua se ejecutaba mediante placas de acero conocidas como “chalán”, el cual solo funcionaba 12 horas diarias  lo que motivaba que el flujo social, comercial y agropecuario se viera ajustado a un horario, con las incomodidades y lamentables consecuencias y afectaciones a la integridad física de los tripulantes, debido al deterioro en que se encontraban dichos medios de traslado.

El acceso al chalán limitaba las posibilidades de mejorar la comercialización de diversos productos e incentivar las actividades turísticas, y cuando se presentaba la época de temporales la comunicación quedaba prácticamente cerrada, de ahí la necesidad de edificar un puente que hiciera más fácil el acceso de un punto hacía otro.

 

Este puente con 230 metros de longitud  puede ser un ojo de peligro para el futuro, ya que si no le proporcionan el mantenimiento correspondiente para cada uno de sus cimientos, estos podrían caerse y provocar un terrible accidente en caso de haber unidades que estén transitando por él, y además se cortaría el  paso hacia la costa, por lo que se verán afectados miles de habitantes que hacen uso también de esta estructura.