“En comparación con el año pasado la producción de escama ha bajado en un 60 por ciento, nosotros creemos que por la llamada canícula”, mencionó Reinaldo Lara Careaga, permisionario y propietario de una bodega a los márgenes de la Laguna.
Pescadores libres y asociados, así como permisionarios, restauranteros y los comercios en general lamentan la situación que vive la Laguna de Tamiahua, principal fuente de trabajo de alrededor de 900 familias, y esperan encontrar una solución que permita reactivar la producción de este cuerpo de agua, con ayuda de las autoridades competentes y hacer una extracción sustentable de los productos del mar.