La idea de echar a andar este programa surgió en el pasado diciembre y se puso en marcha en enero para apoyar a las personas que deambulan por la calle, para que se alimenten, o incluso hay algunas personas que provienen de otros municipios y vienen a vender artículos como cazuelas, sillas y que al no vender no tienen para comer, por lo que tienen la posibilidad de acudir a los establecimientos donde se encuentran el logotipo de café pendiente y tomar algún alimento.
El objetivo es que cada día se sumen más personas a este programa para que cuando vayan a los comercios donde se encuentren el logotipo puedan dejar pagar pagado algo para quien lo necesite, por ello Vázquez Bello llamó tanto a los comercios y consumidores a participar en el proyecto.
Actualmente participan en este proyecto cafés, fondas, torterías, un molino, una panadería y una tienda de abarrotes.
Por último, nuestro entrevistado destacó que el programa de Café Pendiente surge en Nápoles Italia el siglo pasado y que en México se empieza a promover en el 2008, por lo que actualmente hay 600 establecimientos participantes en todo el país.
