-José Nicolás Reyes Hernández asume el cargo en medio de jaloneos y de un operativo policiaco al interior de las instalaciones
DE LA REDACCIÓN
Por acuerdo del Consejo Administrativo del periódico “La Opinión de Poza Rica”, Gonzalo Hernández Gibb fue cesado como Director General de La Opinión, asignando su cargo a José Nicolás Reyes Hernández, lo cual fue comunicado a través del Tweet oficial de dicha casa editorial.
Dicho Consejo está conformado por los verdaderos y únicos dueños de este rotativo, que son las hermanas Margarita, Silvia y Norma Gibb Guerrero, quienes poseen cada una el 25 por ciento de las acciones de Editorial Gib y por los hermanos Carlos y Raúl Gibb Barra, hijos del extinto Raúl Gibb Guerrero quienes también cuentan con el 12.5 por ciento de dichas acciones, cada uno.
Nicolás Reyes asumió el cargo en medio de un operativo policíaco y en un enfrentamiento entre familiares y personal de la empresa, toda vez que fuentes extraoficiales informaron que alrededor de las 9:00 de la mañana, elementos policiacos y peritos de la Procuraduría General de Justicia arribaron al edificio de la casa editorial para realizar una inspección.
Momentos más tarde llegó al edificio Gonzalo Hernández Gibb, quien hasta el pasado domingo se ostentaba como Director General de ese rotativo, sin embargo le fue negado el acceso al estacionamiento, desencadenándose con ello una serie de gritos y jaloneos entre quienes resguardaban las oficinas y algunos allegados al ex director.
No obstante, Gonzalo Hernández, acompañado de asesores y guaruras, se mantuvo por casi una hora afuera de la empresa, intentando ingresar al edificio, sin embargo el acuerdo ya estaba tomado y su remoción no tiene vuelta atrás, ya que su destitución fue de acuerdo a la ley, según argumenta la representación legal de Editorial Gibb.
Si bien, en los últimos 15 días Gonzalo Hernández encabezó eventos de la empresa, su debacle era más que inminente, luego de que en un acto de prepotencia y soberbia, golpeó dentro del periódico, el pasado 18 de diciembre a Raúl Gibb Barra, hecho que motivó una denuncia penal.
A raíz de esto y una supuesta malversación de recursos al amparo de la Dirección que ostentaba, aunada la baja facturación de los últimos meses, dieron pauta a una reunión de Consejo en donde las hermanas Silvia y Norma Gibb Guerrero, así como los hermanos Carlos y Raúl Gibb Barra acordaron la salida de Gonzalo Hernández, quien no es socio de la empresa y sólo era respaldado por el 25 por ciento de las acciones con que cuenta su mamá, la señora Margarita Gibb Guerrero.
LA LLEGADA DE GONZALO HERNÁNDEZ
“La Opinión de Poza Rica” fue fundada hace 66 años por Raúl Gibb Quintero, quien era trabajador petrolero y laboraba en dicho órgano informativo, del cual se decía, pertenecía a Jaime J. Merino, quien al tener que abandonar la ciudad y el país, le dejó el mobiliario y un linotipo a Gibb Quintero, a quien apodaban “El Grifo”, a manera de indemnización.
En un principio, dicho diario operaba en la calle Prolongación 20 de Noviembre, en pleno Centro de la ciudad, lo que después fue el edificio de Yamaha, para luego trasladar sus oficinas a la calle Mariano Arista número 209, donde se ubicada desde hace varias décadas.
A la muerte de Raúl Gibb Quintero, fue su esposa, Margarita Guerrero Nava, quien asumió la Dirección General del diario, pero sólo lo hizo por espacio de año y medio, hasta que el mayor de sus hijos varones, Carlos Gibb Guerrero, tomó el control del periódico hasta su muerte, a causa de cáncer.
A la muerte de Carlos Gibb Guerrero, a principios de los 80, Silvia Gibb Guerrero tomó la Dirección General de la empresa editorial, hasta ser sustituida por su hermano Raúl Gibb Guerrero, quien dirigió a La Opinión hasta convertirla en el emporio periodístico que fue hasta su trágica muerte, ocurrida el 8 de abril de 2005.
Desde 2005 hasta enero de 2014, Editorial Gibb fue dirigida por Norma Gibb de Arango, quien a causa de una penosa enfermedad tuvo que abandonar el cargo, el cual quedó en manos de Gonzalo Hernández Gibb, quien en ningún momento ha sido socio de la empresa, puesto que la accionista es su señora madre, Margarita Gibb Guerrero.
Las acciones de esta empresa fueron distribuidas en partes iguales, tras haberse creado la Sociedad Anónima de dicha empresa, en el periodo administrativo de la propia Margarita Gibb Guerrero, repartiéndose en partes iguales entre los cuatro hermanos: Raúl, Silvia, Norma y la propia Margarita.
En cuanto a los hermanos Raúl y Carlos Gibb Barra, poseen 12.5 por ciento de las acciones de la empresa, cada uno, y hasta el momento son los únicos herederos en dicho emporio periodístico, no así los hijos de la señora Norma y Silvia, quienes también pugnan por ocupar la Dirección General del diario y, por ende, de toda la editorial.