-La misma población desecha en sus aguas desde animales muertos hasta refrigeradores y sillones viejos
Por Isaac Carballo Paredes
Pese a las acciones de saneamiento que realizan las autoridades comisionadas en el rubro, los cinco arroyos que cruzan a la ciudad se han convertido en un auténtico basurero clandestino creado por la misma población, quien desecha en sus aguas desde animales muertos hasta refrigeradores y sillones viejos.
Aceites, grasa, combustibles, animales muertos, botellas de plástico, ropa vieja, fierros, bolsas llenas de basura, e incluso electrodomésticos y sillones, son de los principales contaminantes que se perciben en los cuerpos de agua.
Dichos objetos sirven como obstrucción de los afluentes que descargan en el río Cazones y que finalmente van a parar al mar, por lo que las autoridades municipales comisionadas en el rubro, constantemente realizan acciones de limpieza que resultan infructíferas ante la nula conciencia del cuidado del medio ambiente que tienen los ciudadanos.
Este lunes, una cuadrilla de trabajadores de la comisión de Limpia Pública sanearon tramos de diverso arroyos de la ciudad, encontrándose con una gran cantidad de desechos que fueron vertidos por la misma población en los afluentes.
Durante más de dos años se han implementado programas de descacharrización en colonias de la ciudad, así como de separación de basura; se intensificaron los horarios de recolección de basura; también se adquieren unidades para tal efecto, pero aun así el resultado no es el esperado.
Se han hecho campañas para inculcar conciencia entre los pozarricenses; sin embargo, los programas encaminados a la limpieza de arroyos no sólo se ha convertido en un problema de salud pública, sino social.
