“No saben lo que es un municipio libre”, subrayó Guzmán, blandiendo en el aire el libro que contienen los estatutos. Luego hizo las cuentas de lo perdido al advertir que se llevan dos derrotas consecutivas y que la diputación local, por desgracia, igualmente la tiene la oposición. “Es necesario que el delegado ‘tramposo’ haga lo posible por democratizar este proceso, pues si no lo hace va a estar peor el PRI”, exigió.
Luego los recuerdos le llegaron a la mente cuando dijo que antes, el municipio de Álamo era una reserva de votos, porque en Xalapa se sabía que de manera invariable el partido ganaba. Luego se pronunció por darle “chance” a la juventud y a las mujeres, a la gente de los ejidos.
“Se trata de trabajar limpiamente no de robare todo el dinero del Ayuntamiento, hay antecedentes malos”, exclamó iracundo para reafirmar que están muy frescas las heridas que le han hecho al pueblo. “Haber quién levanta la mano para decir ‘soy muy honesto’, ningún cabrón, y lo malo es que lo saben todos, lo sabe el pueblo”, sentenció.
