Todos los días, desde que el poste ha caído al suelo, el cableado es incesantemente pisoteado por transeúntes y las llantas de toda clase de vehículos se encargan de inutilizarlo en un largo tramo. Los usuarios, indignadamente dicen que de nada sirven las grandes instalaciones de TELMEX en Álamo, si no se encuentra nadie para reclamarle al menos, el pésimo servicio que brinda a sus usuarios.