Señalaron que el hecho de que el río no traiga palizada es un buen, augurio pues cuando arrastra árboles caídos por la corriente y animales, es cuando uno se pone a pensar seriamente. El Río, dijeron, ciertamente está crecido pero por ahora no hay de que mortificarse.
Con años de experiencia sobre inundaciones, recordaron que estadísticamente las grandes inundaciones en Álamo se han dado en septiembre y mayoritariamente en el mes de octubre. Dijeron que es más fácil en estos días que las colonias de la cabecera municipal se inunden a causa de las llamadas” aguas del monte” a que nos llegue una gran inundación por el río.