El zancudo transmisor del dengue produce poco ruido en su vuelo y suele picar en las partes bajas del cuerpo o por la espalda; son muy persistentes en sus intentos de ataque, por lo que espantarlos con las manos usualmente no funciona y pican por la noche, en presencia de luz artificial. Su escondite preferido son los lugares oscuros y deposita sus huevecillos en llantas viejas, maceteros y los lugares donde se estanca el agua de lluvia. Es la hembra quien pica y transmite el dengue, dado que el macho se alimenta de vegetación.