19 de Abril de 2024

Socorristas entre la vida y la muerte

-Personal de Cruz Roja recorre grandes distancias para auxiliar en accidentes

Por Mario Herrera Rocha

Sin contar con un subsidio oficial para cubrir los gastos que sus servicios generan, paramédicos de Cruz Roja Mexicana acuden al llamado de la población ante cualquier accidente, salvaguardan su integridad durante eventos masivos y participan en simulacros a los que son convocados.

Presidida por Romeo Loya Rodríguez, la institución se fortalece con las donaciones de la sociedad civil y la disposición de los voluntarios, que sin recibir salario alguno siempre están dispuestos a dar lo mejor de sí, a capacitarse constantemente e incluso invertir sus propios recursos cuando es necesario.

La delegación local de Cruz Roja es una de las más completas de la zona, pues cuenta con tres ambulancias y las “quijadas de la vida”, equipo que se utiliza para cortar la lámina de la que están construidos los automóviles para rescatar a sus ocupantes cuando quedan atrapados en el interior tras un percance.

Sin embargo, el área que a los socorristas les corresponde cubrir es muy amplia, como lo señaló el Coordinador de socorristas, Alejandro Uribe Flores. “Hacia el norte llegamos hasta Horconcitos, municipio de Ozuluama, a 64 kilómetros, y al este hasta Ixcatepec, a 45 kilómetros”, manifestó.

Ante ello, se hace necesaria la creación de dos subdelegaciones: una en Ozuluama y otra en Chontla, considerando que el tiempo que transcurre entre una eventualidad y el arribo del personal de socorro en ocasiones es mayor a los 60 minutos, lo que puede representar una diferencia entre la vida y la muerte.