DE LA REDACCIÓN
El secuestro se ha disparado en Agua Dulce y Coatzacoalcos, dos municipios cuyo crecimiento está ligado intrínsecamente al “boom” petrolero que, hace mucho, dejó de dar impulso económico, pero que aún se ha mantenido como símbolo de bonanza para aquellos que trabajan en Petróleos Mexicanos (Pemex) y que, ahora, junto con maestros, médicos y comerciantes se han convertido en los principales blancos de la delincuencia en la zona sur.
De acuerdo con el Observatorio Ciudadano de Coatzacoalcos (OCC), que recoge un registro hemerográfico de los delitos cometidos en la región sur, hasta julio de 2018, Coatzacoalcos acumuló 34 secuestros, mientras que en ese mismo período, según el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), a nivel estatal se reportaron 89 secuestros, es decir, que casi 1 de cada 3 plagios que ocurren en Veracruz, se cometen en Coatzacoalcos.
Agua Dulce, que comparte límites con Coatzacoalcos, tampoco está exenta de estos números rojos. De enero a septiembre de este año se estima que se han cometido cuando menos 12 secuestros, de los cuales la mayoría se perpetraron a partir de julio y agosto, mientras que en lo que va de septiembre ya se suman dos casos.
No obstante, resulta que la mayoría de las estadísticas de Coatzacoalcos y Agua Dulce realmente no se registran ante la Fiscalía General del Estado (FGE) y, por lo tanto, no se reflejan ante la base de datos nacional de incidencia delictiva del fuero común, esto es por la falta de confianza en las autoridades ministeriales, por lo que las familias de las víctimas prefieren enfrentar la negociación de forma independiente para asegurar que su ser querido regrese con vida.
Las mismas autoridades de la Fiscalía reconocen estos hechos, pues señalan que la ciudadanía prefiere no denunciar y hasta pide que no intervengan los investigadores para evitar represalias en contra de la integridad de la personas plagiada.
Agua Dulce y Coatzacoalcos se han mantenido como foco rojo en el delito de secuestro y, además de los petroleros, los profesionistas y comerciantes han sido las principales víctimas de este delito.
En el caso de Coatzacoalcos, en el 2014 registró 26 secuestros; hubo 23 en el 2015; en el 2016 subió a 77; en el 2017 pasó a 55; y hasta agosto de 2018 van 37 plagios, es decir, que de seguir la tendencia, el año podría cerrar con un registro más alto que el período pasado.
