29 de Marzo de 2024

Venden sus órganos

  • La crisis también ha obligado a las familias a dar a sus hijos con el fin de obtener dinero

AGENCIAS

AFGANISTÁN

La crisis económica que vive Afganistán con la llegada de los extremistas islámicos al gobierno ha llevado a la población a recurrir a medidas extremas para conseguir dinero y poder alimentarse. Desde vender a las hijas para matrimonios arreglados, a los hijos a familias que desean varones, hasta ofrecer órganos como riñones para trasplantes.

Antes de que los talibanes recobraran el poder, el país ya estaba en profundos problemas económicos, dependiente de la ayuda internacional para mantener sus finanzas —80% del presupuesto afgano procedía de ese apoyo— y con una grave sequía.

La comunidad internacional congeló los bienes afganos y las ayudas debido a las violaciones a los DDHH y de la mujer bajo el régimen Talibán. Ahora la población está desesperada por poder subsistir.

"Me siento destrozada de ver a familias dispuestas a vender a sus hijos para alimentar a otros miembros", declaró a la agencia AP Asuntha Charles, directora nacional de la ONG World Vision.

Las familias están arreglando matrimonios, los padres de las niñas reciben un anticipo para que en el futuro, a los 15 años de edad, sus hijas se casen. Activistas reportan que incluso entregan a las menores a temprana edad con tal de recibir antes la suma total del dinero acordado.

En el campamento Shedai, Hamid Abdullah, padre de cuatro hijos, ofrece a la venta a sus hijas más pequeñas para matrimonios arreglados; necesita dinero para que atiendan a su esposa enferma, que además está embarazada de su quinto bebé. Espera conseguir unos 300 dólares.

Recientemente, el régimen anunció que prohibirá los matrimonios forzados; por lo que los afganos están optando por vender a los varones, una práctica menos común, con la esperanza de que familias con mejores recursos deseen tener hijos hombres.

ONG reportan que la desesperación por alimentos ha orillado a padres de familia a vender sus riñones.

De acuerdo con cifras de la ONU, unos 3.2 millones de menores de cinco años tienen desnutrición severa y, en general, Afganistán enfrenta una situación de "pobreza universal", con más de 90% de la población en condiciones de marginación.

Según expertos, el retroceso en los derechos ganados por las mujeres, como el de trabajar y prepararse académicamente, está llevando a la economía afgana al abismo.

Por ello, el pasado 13 de enero el secretario de las Naciones Unidas, António Guterres, llamó a la comunidad internacional a reunir cinco mil mdd para "evitar un colapso que llevaría a millones de personas a la pobreza, hambre e indigencia".

La organización destacó que además de vender a los bebés para poder alimentar al resto de la familia, los afganos también están quemando sus pertenencias para no morir de frío durante este invierno.