- Socorristas siguen buscando supervivientes entre la devastación causada por temblor; 151 personas siguen desaparecidas
AGENCIAS
INDONESIA
Los equipos de rescate buscaban este martes supervivientes entre la devastación causada por un terremoto en la isla indonesia de Java, que dejó 268 muertos y cientos de heridos.
El epicentro del terremoto del lunes, de magnitud 5.6 y de escasa profundidad, se detectó cerca de la ciudad de Cianjur, en la provincia de Java Occidental, la más poblada del país. El número de víctimas mortales aumentó drásticamente el martes a 268, informó en rueda de prensa Suharyanto, jefe de la agencia nacional de mitigación de desastres de Indonesia. El anterior balance era de 252 muertos.
Al menos 151 personas siguen desaparecidas y más de mil han resultado heridas, dijo el funcionario, que como muchos indonesios tiene un solo nombre. Mientras algunos socorristas sacaban bolsas de cadáveres de los edificios destruidos, otros buscaban incansablemente supervivientes, tratando de llegar a zonas de difícil acceso por los obstáculos caídos en la carretera.
En un entierro en un pueblo cerca de Cianjur, familiares de Husein, víctima de 48 años, rompieron en llanto. "Acabo de perder a un hermano hace 10 días. Ahora he perdido a otro. Esperaba que sobreviviera y que nada malo le pasara", dijo Siti Rohmah, desconsolada.
Dimas Reviansyah, un socorrista de 34 años, explicó que sus equipos usan motosierras y excavadoras para abrirse paso entre los árboles caídos y los escombros hasta las zonas donde creían que podían encontrar civiles.
"No he dormido desde ayer, pero tengo que seguir porque hay víctimas que no fueron encontradas", dijo.
El presidente indonesio Joko Widodo visitará la zona este martes, según la cadena Metro TV. Entre las víctimas había estudiantes de un internado islámico. Muchos de los muertos quedaron sepultados por desprendimientos de tierra o por el colapso de sus casas.
"La habitación colapsó y mis piernas quedaron enterradas entre los escombros. Pasó todo tan rápido", dijo Aprizal Mulyadi, estudiante de 14 años.
Consiguió escapar gracias a su amigo, Zulfikar, que después moriría atrapado bajo las ruinas.
"Me quedé devastado al verlo así, pero no podía ayudarlo porque mis piernas y mi espalda estaban heridas", explicó.