- La senadora panista Xóchitl Gálvez mostró un cartel con un error ortográfico durante la sesión ordinaria
Agencia
México
El Senado aprobó anoche en lo general el plan B del presidente Andrés Manuel López Obrador en materia electoral, con el voto a favor de la mayoría de los senadores de Morena y sus aliados, a excepción del coordinador Ricardo Monreal y otro legislador morenista, que se sumaron a la oposición en el rechazo de esa reforma.
Fue una jornada complicada y tensa para el grupo de Morena, ya que además de la posición de Monreal, que desde temprano dejó entrever que votaría en contra, en la Secretaría de Gobernación no se aceptaron todas las propuestas de cambio, y debieron acceder a la exigencia de sus aliados del PVEM y PT de reintegrar al dictamen las disposiciones que permiten la transferencia de votos a los partidos pequeños en candidaturas comunes, además de mantener los recursos públicos que no gastaron en el año fiscal correspondiente.
Son los dos controvertidos cambios que los diputados introdujeron a la iniciativa del presidente López Obrador y que el propio Ejecutivo descalificó. Sin embargo, de no aprobarlos, el riesgo para Morena era no lograr los votos necesarios para aprobar esa reforma encaminada a reducir el costo y la obesa estructura administrativa del Instituto Nacional Electoral (INE).
Después de siete horas de una confrontación entre Morena y el bloque opositor, que insistió una y otra vez en que la pretensión de la reforma es acabar con INE, el dictamen con cerca de 70 cambios a la minuta remitida por los diputados, se aprobó en lo general con 69 votos a favor y 53 en contra y comenzó la discusión en lo particular, que seguía hasta el cierre de esta edición.
El debate se prolongó, ya que se presentaron mil 244 reservas, lo que significa que casi la totalidad de los cerca de 500 artículos de las seis leyes que conforman la reforma tiene propuestas de modificación.
La mayor parte fueron presentados por la oposición, 300 de ellas por Monreal, quien presentó incluso un voto particular en contra del dictamen a esa reforma a la Ley Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Legipe),
Ley General de los Partidos Políticos, Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, Ley General de Comunicación Social y Ley Federal de Responsabilidades Administrativas y se crea la nueva Ley de Medios de Impugnación, bajo el argumento de que varios de las disposiciones vulneran la Constitución.
“No soy ingenuo y sé a lo que me enfrento. Lo único que quiero es que se respete la Constitución”, expuso Monreal luego de aclarar que su postura era estrictamente personal. “No involucra al grupo parlamentario en el que participo”. Asumirá, insistió, los desenlaces y consecuencias que resulten, pero “afirmo y sostengo que algunas de las normas que pudieran aprobarse esta noche pueden alejarse de los principios constitucionales y esa es mi defensa”.
Luego de su intervención, el coordinador del PRI, Miguel Ángel Osorio Chong, llamó a “los 12 senadores de Morena”, que, dijo, estaban dispuestos a decidir con libertad y autonomía” a que votaran en contra. Insistió: “12 es el número que puede detener este atropello”.
Dentro de Morena se especuló que ocho legisladores podrían secundar a Monreal, lo que al final no fue así. Sólo Fernando Espino, presidente de una de las comisiones dictaminadoras votó en contra de la minuta.
“En Morena no hay traidores”, le respondió Ana Lilia Rivera.
El dictamen, según explicó la presidenta de la Comisión de Gobernación, Mónica Fernández, establece una reducción de la estructura administrativa del INE.
Se ordena, detalló, compactar las estructuras y optimizar los Oples y estipula que las percepciones salariales de los consejeros electorales y magistrados locales deberán ajustarse al artículo 125 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, como todos los servidores públicos, ningún privilegio menos, pero tampoco ningún privilegio más”, expuso en tribuna.
Los senadores del PAN, PRI, MC y PRD, en tanto, insistieron en que la intención real es destruir al órgano electoral. Los panistas llevaron camisetas rosas y el logo “el INE no se toca” y una y otra vez repitieron que el presidente López Obrador lo que busca es cambiar las reglas del juego para debilitar al árbitro comicial.
La senadora del PRI, Claudia Ruiz Massieu, desde la tribuna sostuvo que se quieren “dar ventajas indebidas al partido oficial, mientras que el coordinador panista Julen Rementería llamó incluso “indignos” a quienes avalan desaparecer las 300 juntas distritales”.
El INE es una institución del estado mexicano, “que no del gobierno y lo que se quiere hacer es quebrantar su autonomía”, agregó el también panista”, José Alfredo Botello. El INE no se toca, insistió el coordinador de MC, Clemente Castañeda.
“El INE sí se toca, como se deben tocar y transformar todas las instituciones y los ordenamientos del sistema jurídico, ya que esto es nuestra esencia como poder legislativo”, les respondió el senador de Morena José Narro mientras su compañera Ana Lilia Rivera recalcó que tiene que tocarse “porque es uno de los más caros del mundo”.
Hubo descalificaciones de ambos bandos. “Sólo están para obedecer al presidente”, les recriminó la panista Kenia López. Su jefe es Claudio X. González, reviró César Cravioto.
La senadora del blanquiazul Xóchitl Gálvez incluso se metió dentro de una botarga con la figura de un dinosaurio, que en pecho tenía la leyenda: “Jurassic Plan”. Con ese disfraz subió al presidium y se plantó detrás del presidente del Senado, Alejandro Armenta, a quien tocó en la espalda y la cabeza, ante la molestia del morenista, quien le exigió respeto y decoro, mientras sus compañeras del PAN le aplaudían el desplante.