15 de Noviembre de 2024

Golpes a "la gran marcha"

* La policía peruana utilizó gases lacrimógenos y perdigones para impedir el avance de una multitud que exigía la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y el adelanto de elecciones para este año

AGENCIA

LIMA

“Vamos, pueblo, carajo, el pueblo no se rinde, carajo”, gritaba la multitud en respuesta a los gases lacrimógenos y perdigones disparados por la policía para impedir su avance por las calles de Lima.

El centro de la capital fue tomado ayer por manifestantes que exigen la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, adelanto de elecciones para este año, una Asamblea Constituyente y el cierre del desacreditado Congreso que controla la derecha.

En lo que se ha llamado la “gran marcha nacional”, pobladores llegados desde distintas regiones del país tuvieron participación protagónica en esta manifestación. Hombres y mujeres que viajaron en una larga travesía a Lima desde distintas zonas, especialmente andinas, marchaban con firmeza. Muchos llevaban vestimentas tradicionales de sus regiones poniéndole colorido, decisión y coraje a la protesta.

Como en otras ocasiones, la movilización comenzó pacíficamente, hasta que la policía atacó para cortarles el paso y dispersarlos. Los manifestantes respondieron lanzando piedras, palos y lo que tuvieran a la mano.

La plaza San Martín, tradicional punto de encuentro de manifestaciones sociales y políticas, fue escenario central de la represión policial, que arremetió para desalojar a quienes protestaban. Algunos manifestantes se protegían con escudos caseros de madera en la primera línea, intentando detener el avance de la policía.

Enfrentamiento desigual

Las bombas lacrimógenas cubrieron el lugar de humo y lo volvieron irrespirable. La policía disparaba perdigones sin cesar. Era un enfrentamiento desigual y la policía logró retirarlos de la plaza San Martín. La represión siguió en otras calles del centro y continuaba al cierre de esta nota. Hasta ese momento no había un reporte de heridos y detenidos.

“Dina, asesina, mataste a nuestros hijos”, gritaba la multitud mientras arreciaba la represión. “La sangre derramada, jamás será olvidada”, era otra consigna que sonaba fuerte. “Somos campesinas, no terroristas”, coreaba un grupo de mujeres vestidas con coloridas y anchas faldas andinas. Poco más allá, un grupo de jóvenes las siguió: “Somos estudiantes, no terroristas”.

Era la respuesta al gobierno, a la derecha y a los medios, que los acusan de terroristas. “Amigo, estudia, no seas policía”, se coreaba frente a los efectivos policiales. “Métele un balazo”, se escuchó gritar a un policía.

“Asesinos, asesinos”, respondía la gente, entre gases y ruidos de los disparos de perdigones. La exigencia de renuncia de la presidenta no cesaba. Fue el sexto día de protestas consecutivas en Lima. Una vez más, la respuesta del gobierno fue la represión.

Acusa a Pedro Castillo de promover las protestas

Coincidiendo con la ultraderecha, Boluarte acusó al destituido Pedro Castillo de promover desde la prisión “protestas violentas”. Otra vez, no mostró una sola evidencia.

Las movilizaciones antigubernamentales tienen una fuerte presencia andina. La altiplánica región de Puno es epicentro de las mayores protestas y la represión más dura. Ahí han muerto más de 20 personas. Boluarte reconoció que Puno está paralizada hace semanas y que la protesta es casi total en esa región. Y soltó una frase lamentable pero reveladora, que refuerza esa sensación de exclusión del Perú oficial contra el mundo andino.

“Puno no es Perú”, lanzó. Afirmaciones como esta alimentan la indignación popular en regiones andinas que se han levantado contra el poder oficial, ahora en manos de la ultraderecha que gobierna con Boluarte, y contra la histórica discriminación que han sufrido.

Valentina Churqui, campesina, llegó a Lima desde Puno para sumarse a las protestas. “Estoy aquí porque policías han matado a mis hijos, a mis nietos, por eso los puneños estamos aquí en la lucha en Lima. Hay muertos que han sido desparecidos, hay más muertos de los que dicen”, declaró a Página/12 con notoria emoción. Aseguró que no depondrán las protestas hasta que renuncie Boluarte.

“Ella dice que somos campesinos ignorantes; no somos ignorantes, ella es ignorante, no entiende por lo que nosotros luchamos. Qué vamos a dialogar si ella no nos valora. Queremos respeto, reconocimiento a nuestro trabajo. Si nos van a matar, que nos maten a todos, no tenemos miedo”