Redacción
CDMX
Aquel hombre que comenzó su historia política con el hoy presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, hace dos décadas, presumió con orgullo una fotografía en sus redes sociales, en la que se le ve tranquilo y muy “agusto” en un parque de algún lugar del país. Él es el exsecretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández.
Lo publicó un día después de registrarse como aspirante a la selección interna para la candidatura de Morena rumbo a las elecciones presidenciales del 2024.
En la imagen, López Hernández viste su inconfundible guayabera blanca y su pantalón beige, con una mirada clavada en la tranquilidad de sus 59 años. El exgobernador de Tabasco y hasta el viernes pasado secretario de Gobernación, está sentado en la jardinera de un parque, con su acostumbrada columna erguida, bajo la sombra de unos árboles frondosos y las manos juntas sobre sus piernas.
La imagen en sus redes sociales está acompañada de la frase: "¡Qué agusticidad!".
Sin duda, Adán Augusto es uno de los hombres más leales y de mayor confianza del presidente Andrés Manuel López Obrador, y poderosamente posible sucesor de la Cuarta Transformación del país.
El exsenador tabasqueño es un político serio, diplomático y elegante, digno de un signo libra por naturaleza. Durante su gestión como secretario de Gobernación, demostró su gran capacidad para mantener el equilibrio entre los Poderes del Estado Mexicano.
Asimismo, tiene una gran capacidad para sostener acuerdos y ser un mediador con el Congreso de la Unión, pero sobre todo, por mantener cercanía con la gente, así como con los distintos sectores sociales.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha reconocido su trabajo ante legisladores y ante el pueblo como su “hermano”. Ambos comparten el mismo pensamiento político de combatir la corrupción y ayudar a los más pobres.
El también legislador local y federal de Tabasco recorrió el país a lo largo de sus dos años como secretario de Gobernación, representando al presidente Andrés Manuel y dando a conocer en cada entidad las iniciativas del Gobierno Federal, así como las acciones que llevan al progreso y bienestar de los pueblos del país.
En cada entidad a la que llegaba vitoreaban su presencia y le gritaban: ¡Presidente, Presidente! Además, lo recibían con porras, canciones, espectaculares y el afecto de miles de seguidores y simpatizantes.
Incluso, miles de ciudadanos han formado Comités, Asociaciones y Movimientos voluntarios en su favor, por el simple hecho de estar de acuerdo a que sea presidente de México en el 2024.