Alertó la jerarquía católica al solicitar a la población que exija la licencia ministerial si duda de la autenticidad de los servicios religiosos
EL UNIVERSAL
México, DF.- La Arquidiócesis de México advirtió sobre la presencia de “muchos sacerdotes pirata o falsos sacerdotes” que defraudan o estafan a los feligreses con malas prácticas profesionales o por daños económicos.
A través del semanario Desde la Fe, advirtió que los falsos profesionales no sólo están entre los médicos, contadores o arquitectos, sino también en la Iglesia católica, por lo que llamó a la población para que en cualquier servicio religioso se solicite la licencia ministerial del sacerdote.
“¡Aguas con los sacerdotes pirata!, alertó la jerarquía católica al solicitar a la población que “exijan la licencia ministerial si dudan de la autenticidad de los servicios religiosos”, instó el canciller de la Arquidiócesis de México, José Ortiz Montes.
Solicitó a los feligreses que denuncien a esos prelados y que incluso proporcionen fotografías para integrar una base de datos que lleve a determinar casos de fraude.
La jerarquía de la Iglesia católica indicó que “cualquiera pensaría que esto no aplica a los sacerdotes, religiosos y religiosas o personas que prestan algún servicio o apostolado al interior de la Iglesia, porque es difícil imaginar que alguien que dedica su labor a construir el reino de Dios pueda resultar un estafador”.
Pero en lo cotidiano “muchas personas encuentran en la usurpación del ministerio sacerdotal un modo de vida”, admitió el prelado.
“Son los llamados sacerdotes pirata o falsos sacerdotes, quienes se las arreglan para engañar a los fieles ofreciéndoles todo tipo de sacramentos y ceremonias religiosas en salones de fiestas, jardines, playas y hasta funerarias”, advirtió la Iglesia católica.
El canciller José Ortiz describió al semanario que estas personas se aprovechan del dolor por la pérdida de un ser querido o del deseo de vivir una boda de ensueño para acercarse a sus víctimas.
Hasta ahora han sido las denuncias de los fieles las que señalan que se realizó “una misa algo extraña” y al final no existen los documentos correspondientes, como un acta de matrimonio de la boda que se realizó en el jardín. “Se trata de ex seminaristas o personas que prestaron algún servicio en una parroquia”, indicó.