“Focos rojos” por violencia en el estado
Localizan restos humanos en Chilapa
El Universal
Chilapa
A unas semanas de celebrarse las elecciones federales, el estado de Guerrero ha encendido los “focos rojos” para la Administración del Presidente Enrique Peña Nieto; tan es así que este miércoles arribó a la entidad el comisionado de la Policía Federal (PF) Enrique Galindo, para tratar de apaciguar la violenta efervescencia que azota principalmente al municipio de Chilapa.
Y es que desde finales de 2013, la violencia ha estado latente en dicha localidad, más que en cualquier otra, incluso pese a la presencia de fuerzas federales. Esta semana pobladores denunciaron la desaparición de unos 15 habitantes de la región, presuntamente sustraídos durante el período en el que un grupo de aproximadamente 200 personas armadas –autodenominadas policías comunitarios– asumieron el control del municipio.
Luego de negociar con autoridades, estos sujetos abandonaron el lugar; sin embargo, advirtieron que regresarían en caso de que las fuerzas del orden no lograran detener al líder de un grupo criminal conocido como “Los Ardillos”.
Al respecto, el Alcalde Francisco Javier García, señaló que el municipio estuvo totalmente sitiado por al menos tres días y que "fue un momento de espanto y de temor para todos los chilapenses".
Sin embargo, la violencia en la localidad no ha dado tregua, pues este jueves tres cuerpos en estado de putrefacción, uno de ellos incompleto, fueron encontrados en un camino de terracería frente al panteón de la comunidad indígena de Nejapa, al norponiente de Chilapa.
Los cuerpos fueron encontrados alrededor de las 7:00 horas de este jueves, informaron autoridades de la Policía Ministerial del Estado (PME); estaban envueltos en cobijas en cuatro paquetes; sin embargo, tras llegar los peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE), se percataron que eran tres.
Las víctimas, varones todas ellas, tenían al menos 20 días de haber sido asesinados, según el dictamen químico preliminar. Dos cadáveres tenían desfigurados los rostros, mientras el tercero tenía desprendida la cabeza.
