20 de Septiembre de 2024

Secretos de muestra de Tutankamón, en Puebla

AGENCIAS

Puebla

Los dos museógrafos italianos, Gianluca Salvatore y Guerrando Bellese, abren la caja con sumo cuidado. Del interior extraen una fabulosa Máscara Fúnebre chapada en oro, réplica exacta de la hallada en la Tumba de Tutankamón.

La máscara de tamaño natural estaba colocada exactamente sobre el rostro vendado de la momia del faraón, pero hoy su réplica autorizada por Egipto se encuentra en pleno centro de la ciudad de Puebla.

Es una de las 170 piezas (30 originales) que formarán parte de la exposición Tutankamón. El oro, la tumba y la maldición que se expondrán a partir del 21 de agosto en la Galería del Palacio Municipal de Puebla y que estará en Puebla hasta el 10 de diciembre.

 

Gianluca y Guerrando sacan de sus envolturas, con sumo cuidado las piezas, algunas de importancia trascendental como la máscara funeraria, el sarcófago, trono, joyas, diadema real, estatuas, el gran tesoro, el sagrado chacal Anubis y los vasos canopos.

“Es un tesoro de la humanidad, no sólo son las piezas sino la parte didáctica; tendremos zonas donde se enseña cómo se embalsamó a Tutankamón, cómo descubrieron la tumba en 1923 y los objetos hallados”, explicó el curador del Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla, Michael López Murillo.

La muestra, que contiene las réplicas de los sarcófagos de Tutankamón, se ha presentado en Florencia, Colonia, Barcelona, Madrid, Distrito Federal, Monterrey y ahora en Puebla. “La pieza más grande es la tumba de seis por cinco metros, es cómo se encontró la tumba, es casi ir a Egipto y verla; también tenemos el sarcófago, que es el más significativo de la exposición porque es donde se enterró al faraón con su tesoro, son su sirviente”, agregó.

Los misterios de la religión de los faraones, la creencia en el más allá a través de la momificación y los ritos funerarios, son parte fundamental de la exhibición que es cuidada al más mínimo detalle por Gianluca Salvatore.

 

Las envolturas de las piezas quedan en el suelo y las figuras se van acomodando en el espacio designado para cada una de ellas, de acuerdo a la importancia y a la forma en que fueron halladas en Egipto.