AGENCIA
La Secretaría de Marina (Semar) dijo ayer que los civiles que murieron en Tamaulipas en un enfrentamiento entre personal naval y presuntos sicarios, fueron víctimas de “fuego cruzado”.
La dependencia reconoció así la muerte de una familia que fue acribillada durante los enfrentamientos que sostuvieron elementos navales contra presuntos integrantes de un grupo del crimen organizado en Nuevo Laredo, Tamaulipas. Sin embargo, negó que los disparos hayan salido desde un helicóptero de esa secretaría, como señalaron familiares de la víctima
La Procuraduría General de la República (PGR) investiga los hechos. Fuentes consultadas por La Jornada indicaron que por el momento la carpeta de investigación que iniciaron incluye tanto la muerte del personal naval como de los civiles, pero se determinará qué corresponde al fuero local y lo turnará a la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas.
Durante casi toda la noche del domingo se presentaron balaceras por distintas vialidades de Nuevo Laredo, luego de que hombres armados emboscaron en tres ocasiones a elementos navales, lo que dejó a un marino sin vida, y el abatimiento de cuatro de los presuntos atacantes, detalló la Marina en un primer comunicado, en el que omitió hablar sobre civiles fallecidos.
En el lugar murió una familia acribillada dentro de su automóvil, mientras circulaba al momento que se presentaron las persecuciones. Se trata de Nellely Aidé Ruiz de 28 años y sus dos hijas de 4 y 5 años de edad. “Esta Institución naval lamenta los hechos donde personas civiles perdieron la vida y resultaron lesionadas y refrenda su compromiso en favor de la seguridad ciudadana” indicó la dependencia en un segundo comunicado, este lunes.
En redes sociales y medios de Tamaulipas circulaba un video en el que la hermana y el padre de Nellely relatan que elementos de la Marina les dijeron que fueron ellos quienes dispararon y “les tiraron desde el helicóptero, y cuando ellos admitieron que estaban muertos nos dijeron: nos equivocamos, era una familia. Nos dijeron que mandarían una ambulancia y se fueron pero nunca llegó la ayuda”.
Al respecto, la Semar sostuvo que “los impactos de bala que recibió el personal civil fueron a causa de fuego cruzado a nivel tierra y no desde el aire, asimismo el calibre de los impactos que presenta el vehículo no corresponden al armamento orgánico con el que cuentan las aeronaves de la Armada de México”.
El comunicado se abstuvo de entrar en precisiones, pero los datos de la investigación que conoció este diario indicaron que los proyectiles eran de calibre .223, que según fuentes federales no es de uso de la Marina.
La Marina aseguró que el personal naval brindó la atención médica necesaria en el área del incidente a personas que resultaron heridas, sin especificar si hubo más lesionados durante el enfrentamiento. También señaló que el hombre que se reportó sin vida, en alusión al padre de familia, Efraín Rojas, y quien también viajaba en el automóvil, es atendido en un hospital. Medios locales habían reportado que Rojas fue encontrado con vida tras el tiroteo, pero al no recibir atención médica a tiempo murió posteriormente.
Fuentes de seguridad mencionaron que el personal naval se enfrentó con integrantes del cártel del Noreste, que encabeza Juan Gerardo Treviño Chávez, identificado como sobrino de Miguel Ángel Treviño El Z-40, exlíder de la organización de Los Zetas.
