29 de Marzo de 2024

ADEMÁS DE CAMPAÑAS PRO LACTANCIA MATERNA, SE REQUIEREN APOYOS CONCRETOS PARA SU PRÁCTICA: GPPRD

·        Amamantar durante los primeros meses de vida a bebés ayuda a prevenir enfermedades y muertes neonatales

 

·        Millones de mujeres no lo pueden hacer o lo hacen inadecuadamente, por lo cual se requiere la intervención del Estado

Con el propósito de evitar que las campañas de promoción de la lactancia materna se queden a medias y realmente sirvan para prevenir muertes de bebés y madres por no realizar este tipo de alimentación, el GPPRD demandó a todos los niveles y órdenes de gobierno acciones concretas para facilitar y eficientar su práctica, entre ellas la instalación de lactarios en donde se requieran, como centros de trabajo, y canastas básicas de alimentación para mujeres que lo necesiten.

Las y los legisladores del Partido del Sol Azteca en la Cámara de Diputados se hace cargo de que organismos internacionales, como la Organización Mundial de la Salud, recomiendan la lactancia materna desde las primeras horas de vida, pues con ello se puede prevenir muertes de bebés y madres derivadas de su omisión.

Tales organismos internacionales sugieren por ello instrumentar campañas de promoción y facilidades para que las madres lleven a cabo esta práctica, como lugares y horarios adecuados y seguros en el entorno laboral, ya que cuando son madres trabajadoras, apenas 10% amamanta a sus bebés.

También consideran necesario generar conciencia en la sociedad para que las mujeres ejerzan su derecho a la lactancia en total libertad, ya sea en el hogar o en un lugar público.

Desde luego, las y los diputados del GPPRD coinciden y reconoce, en tal sentido, la necesidad y utilidad de las campañas que realizan instituciones públicas y privadas para fomentar la lactancia materna.

Sin embargo, las considera insuficientes, pues en México hay millones de madres en pobreza y pobreza extrema que, aunque quisieran amamantar a sus bebés, no lo pueden hacer o, si lo hacen, no es con los resultados esperados porque ellas mismas no están en condiciones de nutrición y salud para ello.

En zonas rurales y en situación de  pobreza y pobreza extrema, por ejemplo, es común el amamantamiento de las y los bebés, no obstante, se presentan altos niveles de desnutrición en madres e hijos.

Por ello no es de extrañar que el Consejo Nacional de Prestación de Servicios para la Atención, Cuidado y Desarrollo Integral Infantil del Gobierno Federal informe que el promedio de lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida es de sólo 14.4%, el más bajo en Latinoamérica.

Por lo anterior, el Partido del Sol Azteca en la Cámara de Diputados considera pertinente ir más allá de las campañas de promoción y facilitar a las madres lactantes, por ejemplo, sitios y horarios en sus centros de trabajo, así como el acceso a canastas básicas de alimentación, particularmente en zonas de mayor marginación.

De acuerdo con algunos estudios, la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida puede prevenir entre 12 y 13 % de las muertes de niños menores de 5 años, y hasta 22% de muertes neonatales.

Para las madres también resulta benéfica esta actividad, ya que según la UNICEF, iniciar la lactancia inmediatamente después del parto reduce el riesgo de hemorragia posparto, la principal causa de muerte materna en México, y disminuye el riesgo de diabetes tipo 2, el cáncer de mama, útero y ovario, así como la hipertensión, los ataques cardiacos y la depresión postparto.

Los beneficios de la lactancia materna no se limitan a una mejor salud y nutrición: estudios indican que esta práctica es central para el desarrollo, la economía y la productividad del país.

Según la OMS, la lactancia materna inadecuada cuesta a la economía mexicana hasta siete mil 130 millones de dólares por pérdidas cognitivas de los infantes y de mil 100 millones de dólares relacionados con la mortalidad que ésta propicia.

Por lo anterior, el GPPRD apoya la promoción de actitudes positivas que protejan la lactancia materna, la valoren, la respeten y dejen de percibirla como una práctica que debe esconderse y condenarse socialmente, pero reitera la necesidad de complementar tal promoción con otras acciones, entre ellas, apoyos para las madres que lo necesitan.

Además, las y los legisladores perredistas destacan la aprobación de la licencia de maternidad y paternidad remunerada de un mínimo de 18 semanas, con el fin de fomentar la igualdad y responsabilidad al cuidar a los hijos.